–Distingo apenas mi sombra afilada en los azulejos del baño, se escurre con miles de gotas que le dicen: DESPIERTA.
-Cuando llego a mi oficina por la mañana, hay días que sólo me quiero acompañar de la caricia del aroma de mi té.
-Muchos diamantitos líquidos reflejan los espejos del coche, de otro que viene atrás.
-Tus primeras palabras, mi princesita, en un tono color caramelo.
-Dormitando en la sala escuchar, e intentando mantener abierta ésa última vía de recepción con mi televisor, desgraciadamente mis ojos ven hacia mi interior.
-El abrazo de mi almohada que pierde mi cabeza justo en el instánte de cerrar el telón de mis pestañas.
-Dos o tres giros en la cama que buscan acomodar mis cuerpo entre tus sueños.
Hasta pronto!
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