15 sep 2008

11 de septiembre 2008

Estaban regalando unos boletos para el concierto de ¨Cansei de ser sexi¨, en el radio, se presentaban el viernes... 3 tipos presumiendo ser superfans de la agrupación brasileña concursaron por dichos tickets, la conductora paso en seguida a una rola más, el semáforo estaba a un suspiro de pasar del amarillo al rojo, un coche apuntalaba en pasarse antes de que el verde se lo anunciara, mi deción fue frenar en la luz roja.

Detrás mio un coche había hecho lo propio, frenó y dejó una distancia de casi 2 metros llovía ligeramente y apagué los limpiaparabrisas, se escuchó un rechinido de llantas largo, seguido de un impacto y en seguida otro. El principio de una noche que me cuesta trabajo olvidar.

Ese mismo día cuando por la mañana me dirija a mi trabajo, rebasé a una chica que francamente venía demasiado lenta, la constancia en mi pedal y el hecho de que no viniera ningún otro coche, me dieron la confianza para acelerar, pero en ese momento presentí algo, cómo cuando se siente que algo no es del todo correcto, o cómo si por más que trates de evitarlo lo peor está por pasar.

Pues bien ese día en la noche a las 8.30, aproximadamente, me chocaron, sumiendo por completo la cajuela de mi ¨Negrito de fuego¨ (sobrenombre de mi coche).

En el instante sentí como si mi cuello sirviera de antorcha encendiendo un calor quemante al rededor del mismo; El conductor de la camioneta que nos había chocado tanto al coche de detrás mio, como a mi se acercó a preguntar cómo estaba. Al momento le dije ¨mi cuello, mi cuello¨ después el otro chavo del coche se acercó a preguntar lo mismo. Nos orillamos por que corríamos el riesgo de hacer más carambolas en ese punto.

La noche apenas iniciaba. Llamé a mi seguro del coche, a mi familia y a mi jefe, luego de unos 40 minutos todos fueron llegando poco a poco, el chico de la camioneta ya había dado su palabra de que nos pagaría, tanto al del coche de atrás como al mío, él y todos los que venían en esa camioneta formaban parte de una agrupación musical llamada ¨Casa Verde¨.

El trajín de la noche se lo llevó por completo mi ajustador del seguro, una persona sin sentido común, es más sin ningún sentido de ninguna clase, pues aún diciéndole la condición en la que me encontraba y que cada vez era peor, no era capaz de llamar a ninguna ambulancia ni a ninguna patrulla ni a nada.

Llegó el momento en el que la situación me superó, el dolor en mi cuello era más que insoportable, y el frío en mi espalda empezaba a hacer de las suyas. Me subía mi coche tomé mi teléfono y empecé a llorar.

Minutos después la ambulancia ya había llegado y se disponían a llevarme al Hospital, de repente otro rechinido más y otro golpe más, justo enfrente de donde había sido mi percance acaba de ocurrir otro accidente.

Me chocaron a las 8.30 de la noche del jueves 11 de septiembre, y el arreglo económico entre el INÚTIL del ajustador de mi seguro y los chicos de la camioneta se dio, hasta las 3.00 de la mañana del viernes 12 de septiembre.



Hoy es 15 de septiembre, se supone que hay gritar y estar felices por la festividad patria de nuestro país.
Yo no tengo ánimos de celebrar, tengo un esguince cervical de segundo grado, un collarin, 3 tipos diferentes de medicamentos que tomar y por la noches aún no he podido soñar otra cosa que no sea la noche del 11 de septiembre.


YA QUIERO QUE TERMINE ESTA PESADILLA.