¿Quiere que le mueva la pancita joven?

Hace unas lunas y soles atrás ví las luces de los escenarios.

Al frente, el público. Yo sabía que estaba ahí, pero no los podía encontrar mis sentidos estaban descordinados, hacían lo que debian hacer, pero sin enfocar una situación en particular es decir, respiraba pero no olía nada, veía pero no observaba y escuchaba si escuchaba la música que varias veces atrás la entendí en base a ritmos y movimientos.

Mi cabello fue artificial, pero sólo eso, el tumulto de emociones que me sostenían bailando y moviendo mis caderas fue tan real; no debí olvidar reír, pero sentía la temblorina en mi mejilla, ¡cielos! cómo le hago para que no tiemble mientras bailo. No pude pensar más de un microsegundo en esto, porque continuaba el siguiente paso y el siguiente quiebre de cadera, recuerda sonrisa, siempre sonrisa.

Ahora me veo en las fotos y en el video, y créanlo o no, algunas partes no las recuerdo, aunque todo estaba subordinado a un guión coreográfico hay pares que no recuerdo haberlas ejecutado.

Me gusté.

Probablemente vuelva a bailar a fin de año, ojalá que si!.