Cierra los ojos un momento y siente el aire...
la humedad de tu propio cuerpo, pasa saliva y jadea otra vez; es como estar en el límite de todo lo que eres y lo que no.
Sabes lo he sentido, y quiero seguir sintiéndolo.
Es como ver la valla natural de mi condición humana, aunque la mente siempre, invariablemente siempre puede ir más allá, la fuerza física ahi está aunque ya no quede mucho de ella, sé como utilizarla hasta el final.
Es exacto el minuto 40, el que más disfruto durante esa hora, es la fracción de tiempo donde más soy yo misma, donde más me reconosco a mi, en absoluta y entera dualidad entre mis piernas, brazos, abdomen, hombros, cuello, cabeza, por un lado y por otro ideas, creencias, pensamientos, sueños, anhelos, en fin... mi vida.
Intento hacerlo cuando menos 2 veces por semana.
...
El minuto 40, por lo regular es a las 8:40 PM. en un gymnasio cerca de mi casa, arriaba de una vicicleta en una clase de sppining. (Cuán maravilloso es reconocer a las cosas pequeñas de la vida, para hacerlas grandiosas)
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